martes, octubre 31, 2006

Acaso no merece, el viejo pasado
Que brindemos por él?
Es un juego aterradoramente divertido
El futuro nunca llega,
Y el presente ya se ha ido.
Entre algunas tristezas
Por la muerte del cielo
Alguien llora en la tierra
el peculiar capricho:
La densidad del deseo,
La gravedad de la carne.
Viniste a salvarme
O a destrozarme?
Te quedaste en el monte
Sangrando miserias,
Gobernando la tierra
De los desgraciados.
Solo en la oscuridad,
esperando algún monigote,
Que te reconcilie al fin
Con la imperfección de este mundo.
Entre un montón de vísceras
Fingiendo destrozadas.
Pero toda este agua
No sirve de nada,
No importa cuanto llores,
Todo el mundo flota.