—Sabe, doctor, la sabiduría llega a una hora infernal... cuando la juventud se ha ido, la tormenta se ha alejado y las chicas se han marchado a su casa.
Tengo 98 años aunque aparento menos de 40. Tengo la azotea llena de gente en estado alterado de conciencia.
Tengo unas terribles ganas de cagarme a patadas.
Mi madre era estúpida.
Mi padre era estúpido.
Por acumulación genética: soy la más estúpida de todas, y cuando no, la peor.
1 Comments:
Muy cierto.
Saludos
Publicar un comentario
<< Home