viernes, octubre 02, 2009

verdades

Aquelarres rimbombantes me cago diez veces en todos esos cobardes, yo naci para decir idioteces
En realidad se trata de cuestiones mucho menos esotericanas la realidad que porfío para bien o mal, en la que soy y no me basta tan solo el cuento del misero mendigo melantetico alcanzado por los rayos del Zeus de los secretos que escreta la energía positivistica hasta cambiar la esquina siguiente en donde espere un grandísimo filete de vacaloca vegana protegidistica diosa de las beneplacitas beldades benefarias que se entuerta en la parrilla sagrada portal astrodimensional de las magicas pócimas positivianas trocadoras de esquinas.
Mi suerte se juega en una tira de asado vegetariano cargado de ondas positivas, ja, quien pudiera esquivarle al bulto. La verdadera cuestion es encontrar la canivalidad escondida detrás de siglos de payadas rimadoras de atracciones entre dioses y demonios personificaciones alteregolatras de nuestras frustraciones. Mono obligado a la tabla de siete que viste un blanco guardapolvos que guarda los polvos del instinto voraz y cuerda de control de contexto social limitado que obstaculiza el progreso de natura la que despierta la garra dormida de luchar contra todo lo que se encuentre de paso por pertenecer a la esencia del porfiado persistimiento de persistir.