El noticiero no deja de pasar porquerías
un pibe asalto un negocio
cuarenta negocios
y antes de llegar a los veinte años
un tipo con cara de monstruo me habla como si fuera un experto en el arte de decir porquerías muy pelotudamente
o tiene cara de eslabón perdido?, no se
igual no puedo creerle, si se limara un poco los ángulos de la mandíbula, si se quitara un poco de frente capaz que me caería menos antipático.
por momentos parece que la frente del periodista ocupara toda la escena,
que sobresalieran las cejas y la mandíbula, sobre todo la mandíbula, como un relieve en la chatura de la pantalla.
Juro que me parece que se sale de la pantalla
Pero no le creo una sola palabra, me irrita su cara,
en vez de escuchar lo que tiene para decir me siento frente al televisor a odiarlo
Que me importa el pibe chorro de frondoso prontuario
y el policía que se queja de las cuarenta veces que lo agarro y que los jueces lo largaron cada una de esas veces.
Más porquerías
Nada nuevo
Pero no puedo dejar de odiar esa cara monstruosa,
demasiado humana